Carta de un padre a su querido hijo.
Mientras vivas en esta casa, obedecerás las reglas, cuando tengas tu casa establecerás tus propias reglas.
Aquí no gobierna la democracia... no hice campaña electoral para ser padre. Tú no votaste por mi, somos padre e hijo por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la aterradora responsabilidad.
Al aceptar, adquiero la obligación de desempeñar el papel de padre.
No soy tu cuate...nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas y momentos, pero no somos compañeros, soy tu padre y eso es cien veces más que un cuate. También soy tu amigo, pero estamos en niveles completamente distintos.
En esta casa harás lo que yo diga, y no debes cuestionarme porque todo lo que yo ordeno estará motivado por el amor, te resultara difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo.
MIENTRAS TANTO CONFÍA EN MI
Pensamientos breves Aquí
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