miércoles, 27 de noviembre de 2013

El camión de basura

¿Con qué frecuencia permites que la estupidez y la insensatez de otras personas cambien tu estado de ánimo? ¿Te enfadas cuando otro conductor comete un error de transito, un empleado  te trata irrespetuosamente, cuando alguien se burla de ti, o un jefe te exige injustificadamente más trabajo de lo que te corresponde hacer?

Hace varios años, como de costumbre subí a un taxi para ir a mi trabajo, habíamos entablado una
conversación con el conductor y de repente, sin saber por qué otro automóvil, se cruzó tan bruscamente, que para no causar una tragedia, el conductor del taxi tuvo que girar el auto y frenar súbitamente.



Milagrosamente no ocurrió nada, pero el conductor
del vehiculo que había cometido la imprudencia, se bajo bruscamente de su auto y comenzó a gritar e insultar al taxista.



El taxista, a pesar de lo injusto de la situación, sonrió, levantó su mano y lo saludo muy amablemente diciéndole lo siento, que Dios le bendiga y que tenga un buen día y luego sin decir nada más retomó la marcha.


Sorprendido por esta actitud, le pregunte: -Porque le ha respondido así, esa persona por poco destruye su automóvil y además casi nos envía a los dos al hospital.

Entonces el taxista me dio una lección que jamás olvidaré, me dijo: -Muchas personas son como el camión de la basura. Están cargados de enojo, odio, frustración, resentimiento... y ante cualquier situación aprovechan para descargarla.



-Pero, porque lo hacen ante una situación como esta, si usted no le ofendió y solo fue su culpa.
-Lo hacen ante la primera oportunidad, porque necesitan eliminar de su interior toda la basura acumulada, porque ya no hay lugar para más.



Desde aquel día no he vuelto a permitir que los camiones de basura, tomen el control de mis sentimientos y mucho menos de mis reacciones.
Aprendí, que sonreírles a los insatisfechos, malhumorados y frustrados es la mejor medicina que puede ayudarles a cambiar su perspectiva de la vida.



“Sé amable con las personas alteradas y entiende que
están librando su propia batalla. Pero asegúrate de no ser tú, el lugar en el que descargan toda su basura. Tú no eres un basurero”

* NUNCA TE DES POR VENCIDO

NUNCA TE DES POR VENCIDO, NO DEJES DE
LUCHAR!
¿Conoces esta historia?

-Esta es una de las historias más tristes de Hollywood...

Es la historia de Sylvester Stallone; una de las superestrellas más famosas de EEUU.

Hace años, Stallone luchaba por tener éxito como actor en casi cualquier categoría – sin ver resultados. En cierto momento, estaba tan desesperado que robó las joyas de su mujer y las vendió. Las cosas se pusieron tan mal que terminó viviendo en la calle durante 3 días, en la estación de autobuses de Nueva York.

Incapaz de pagar el alquiler o comprar comida, su punto más bajo llegó cuando quiso vender a su perro
a cualquier desconocido que pasara por la tienda de licores. No tenía dinero para seguir alimentándolo, y lo vendió por sólo $ 25. El cuenta que se fue llorando.

Dos semanas más tarde vio a un combate de boxeo entre Mohamed Ali y Chuck Wepner que le dio la inspiración para escribir el guión de la famosa
película: "Rocky".

¡Escribió el guión en 20 horas! Trató de venderlo y recibió una oferta de $ 125.000 por él. Pero él tenía una condición: Quería protagonizar la película. Quería ser el actor principal, el mismísimo Rocky!

Sin embargo, la productora dijo NO! Ellos querían un actor “de verdad”. Se fue con su guión, y unas semanas más tarde, el estudio le ofreció $ 250.000 por el guión. Él se negó. Incluso le ofrecieron $
350.000 . Incluso así dijo que no. Él quería estar en esa película.
Después de un tiempo, el estudio cedió y le dio $ 35.000 por el guión y le dejaron protagonizar la película.




¡El resto es historia! La película ganó los Oscar como Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Montaje. ¡Incluso fue nominado a mejor actor! La película ROCKY sigue incluida como una de las más exitosas de la historia del cine americano!!!

¿Y sabes lo primero que compró con sus $ 35,000?

-Al perro que vendió. Sí, Stallone quería a su PERRO tanto que esperó en la tienda de licores durante 3 días al hombre que compró su perro. Y en el tercer día vio al hombre. Stallone explicó por qué había vendido al
perro y le rogó que se lo re-vendiera. El hombre se negó. Stallone le ofreció $ 100. El hombre se negó. Él le ofreció $ 500. Y el hombre se negó. Sí, se negó incluso $ 1,000. Y, lo creas o no, Stallone tuvo que pagar 15,000 dólares por el mismo perro que vendió por sólo $ 25! ¡Y así consiguió su perro de vuelta!


Y hoy, el mismo Stallone que durmió en la calle y vendió a su perro sólo porque él no podía siquiera alimentarlo, Es una de las mayores estrellas de cine que jamás haya caminado sobre la Tierra!
Estar en la ruina es duro, muy duro. ¿Alguna vez has tenido un sueño? ¿Un sueño maravilloso? ¿Pero estás demasiado golpeado como para ponerlo en práctica? ¿O te sientes demasiado pequeño como para hacerlo?

La vida a veces es dura! La gente quiere tus productos pero no te quiere a ti. Si no eres conocido, tienes
contactos, o tienes mucho dinero – es difícil hacerte notar.

A menudo las esperanzas se ven frustradas. Tienes que hacer grandes esfuerzos por sobrevivir...

Pero nunca dejes que tus SUEÑOS desaparezcan! Incluso si te vuelven la espalda, sigue soñando. Cuando te cierran la puerta, sigue soñando!



¡NADIE SABE DE LO QUE ERES CAPAZ EXCEPTO TÚ MISMO! La gente te juzga por cómo te ven, y por lo que tienes. Pero, por favor, sigue luchando! Lucha por tu lugar en la historia . Lucha por tu gloria!!!

¡NUNCA DEJES DE PELEAR!!!

La Mariposa y el Capullo

Un hombre encontró un capullo de una mariposa y lo llevó a su casa para observar a la mariposa cuando saliera del capullo.





Un día notó un pequeño orificio en el capullo, y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por poder salir. El hombre la vio que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento. Parecía como que se había atascado.

Entonces el hombre, sintiendo lástima, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera corto al lado del agujero para hacerlo más grande, y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo.


Sin embargo, al salir la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante, las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.

Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Jamás logró volar.


Lo que el hombre, en su bondad y apuro, no entendió fue que la restricción de la apertura del capullo y el esfuerzo de la mariposa por salir por el diminuto agujero, eran parte natural del proceso que forzaba fluídos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que alcanzasen el tamaño y fortaleza requeridos para volar.


La libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privada su salud.

¡Cuánta verdad hay en esto!

Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si Dios nos permitiera progresar por nuestras vidas sin obstáculos, no podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido.

Cuantas veces hemos querido tomar el camino fácil para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para encontrarnos al final un resultado insatisfactorio, y a veces desastroso.

El libro de la Vida

Cada día la vida te ofrece una página en blanco del libro de tu existencia.




Tu pasado ya está escrito y no puedes corregirlo, en sus páginas amarillas puedes encontrar tu historia, algunas con suaves colores otras con obscuros matices. Recuerdos bellos de tiempos gratos o páginas que quisieras arrancar para siempre. 

Este día tienes la oportunidad de escribir una página
más. Esta únicamente en tus manos escoger que colores tendrá, pues aun en la adversidad puede poner matices de serenidad para convertirla en una bella experiencia.

¿Cómo escribirás el día de hoy?  Solo dependen de tu voluntad y optimismo que la página del día de hoy sea una página que en el futuro puedas atesorar como un bello recuerdo.



Si supieras que solo vas a vivir un día más, ¿qué harías?. Sin duda te pondrías en paz con Dios y con
los que te rodean, disfrutarías de los rayos el sol, de la suave brisa, de la alegría de tus hijos, el amor de tu pareja, de tantas bendiciones que la vida nos pone al alcance de la mano y que muchas veces no sabemos valorar.

Disfruta este nuevo día, haz un inventario mental de todas las cosas buenas que existen en tu vida y vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de ti, no
dañes a nadie y siéntete feliz de estar vivo, de poder regalar una sonrisa, de poder ofrecer tu mano y tu ayuda generosa.

Nunca es tarde para cambiar el rumbo y empezar a escribir páginas de dicha y paz en el libro de la vida.

Agradece a Dios el regalo que te da hoy y la oportunidad de convertir este día en una bella página.
Recuerda que a pesar de todas las situaciones adversas, esta únicamente en tus manos vivir el día de hoy  como si fuera el primero, como si fuera el ultimo, como si fuera el único en el libro de tu vida.

Que todos tus días sean dichosos y estén llenos de paz.

martes, 12 de noviembre de 2013

El semáforo


Aquel día, me desperté con mucho sueño y enojado. Con trabajo, pude levantarme de la cama. Me dirigí al cuarto de baño arrastrando los pies mientras renegaba por tener que levantarme de la cama y no poder quedarme en ella todo el día. Desayuné con los ojos tan cerrados como mi mente. Me sentía tan cansado, que por no meter el pan en el tostador, preferí comerlo frío y beber la leche directamente de la botella. ¿Para qué tanto trabajo?  ¡Es un fastidio!


Salí de mi casa rumbo a la oficina, desde mi coche observaba el suelo humedecido por la lluvia y no podía evitar la rabia al pensar que tenía que trabajar.
El semáforo se puso en rojo.

Y de pronto, como un rayo, se colocó frente a todos los automóviles algo que parecía un bulto.
Por curiosidad abrí más mis ojos somnolientos y pude descubrir que lo que parecía un bulto, era el cuerpo de un joven montado en un pequeño carro de madera.


Aquel hombre no tenía piernas y le faltaba un brazo. Sin embargo, con su mano izquierda lograba conducir el pequeño vehículo y manejar con maestría un conjunto de pelotas con las que hacía malabares.

Las ventanillas de los automóviles se abrían para darle una moneda al malabarista que llevaba un pequeño letrero sobre el pecho. Cuando se acercó a mi auto pude leerlo, "Gracias por ayudarme a sostener a mi hermano paralítico". Con su mano
izquierda señaló hacia la acera y ahí pude ver a su hermano, sentado en una silla de ruedas colocada frente a un atril que sostenía un lienzo, y movía magistralmente con su boca un pincel que daba forma a un hermoso paisaje.


El malabarista mientras recibía una monedas, vio el asombro de mi cara y me dijo: ¿Verdad que mi hermano es un artista? De pronto el chico sentado en la silla de ruedas se dio la vuelta y pude leer en el respaldo de su silla:
“Gracias señor por los dones que nos das, contigo nada nos faltará”.

Eso me impactó profundamente y mientras el hombre-bulto se retiraba y el semáforo cambiaba del
color rojo al verde, mi semáforo interior también cambió.

Desde aquél día, nunca más se me volvió a encender la luz roja que me paralizaba por la pereza. Siempre he tratado de mantener la luz verde encendida y realizar mis trabajos y actividades sin detenerme. 

Aquel día descubrí que ante aquellos jóvenes, yo era el más necesitado, el más incompleto. Desde aquel
mismo día, nunca he dejado de agradecer.

Ahora no tengo todo lo que quiero; pero le doy gracias a Dios por lo que sí tengo. El salario apenas me alcanza para pagar las cuentas, pero gracias a Dios que por lo menos tengo un trabajo para ganar el sustento. Los problemas se multiplican como por arte de magia, pero gracias a Dios tengo paciencia y fortaleza para sobrellevarlos. A veces creo que no podré seguir adelante con tanto conflicto; pero le doy gracias a Dios porque cada mañana siento dentro de mi corazón que sí puedo.

Los años han ido pasando rápidamente, mi piel está
un poco arrugada, y mis cabellos se están poniendo blancos; pero le doy gracias a Dios por la alegría que siento de vivir.

Cada día le doy gracias a Dios por los conflictos que pude resolver, por los problemas que pude superar, por la enfermedad que pude soportar, por el odio que se transformó en amor, por la soledad que pude sobrellevar.

El Jugador de Fútbol

Un muchacho vivía solo con su padre, ambos tenían una relación extraordinaria y muy especial.
El joven pertenecía al equipo de fútbol americano de su colegio, usualmente no tenía la oportunidad de jugar, bueno casi nunca, sin embargo su padre permanecía siempre en las gradas haciéndole compañía.


El joven era él más bajo de la clase cuando comenzó la secundaria, insistía en participar en el equipo de fútbol del colegio, su padre siempre le daba orientación y le explicaba claramente que “el no tenía que jugar fútbol si no lo deseaba en realidad” Pero el joven amaba el fútbol, no faltaba ni a una practica ni a un juego, estaba decidido a dar lo mejor de sí, se sentía felizmente comprometido!.

Durante su vida en secundaria, lo recordaron como el calentador de bancas, debido a que siempre permanecía sentado… Su padre con su espíritu de luchador, siempre estaba en las gradas, dándole
compañía, palabras de aliento y el mejor apoyo que ningún hijo podía esperar. Cuando comenzó la universidad, intentó entrar al equipo de fútbol, todos estaban seguros de que no lo lograría, pero a todos venció, entrando al equipo.

El entrenador dio la noticia, admitiendo que lo había aceptado además por como él demostraba entregar su corazón y su alma en cada una de las prácticas y al mismo tiempo le daba a los demás el entusiasmo perfecto. La noticia llenó por completo su corazón,
corrió al teléfono más cercano y llamó a su padre, quien compartió con él su emoción. Le enviaba en todas las temporadas todas las entradas para que asistiera a todos los juegos de la universidad.



El joven atleta era muy persistente, nunca faltó ni a
una práctica ni a un juego durante los 4 años de la universidad y nunca tuvo el chance de participar en ningún juego!.



Era el final de la temporada y justo unos minutos antes que comenzará el primer juego de la eliminatoria, el entrenador le entregó un telegrama, el joven lo tomó y luego de leerlo quedó en silencio… y temblando le dijo al entrenador: “mi padre murió esta mañana, ¿no hay problema de que falte al juego?, el entrenador le abrazó y le dijo “toma el resto de la semana libre hijo y no se te ocurra venir el sábado”

Llegó el sábado y el juego no estaba muy bien en el
tercer cuarto, cuando el equipo tenía 10 puntos de desventaja, el joven entró al vestuario y calladamente se colocó el uniforme.



Corrió hacía donde estaba el entrenador y su equipo, quienes estaban impresionados de ver a su luchador compañero de regreso, “entrenador, por favor
permítame jugar, yo tengo que jugar hoy” imploró el joven, el entrenador pretendió no escucharlo, de ninguna manera él podía permitir que su peor jugador entrará en las eliminatorias, pero el joven insistió tanto que el entrenador sintió lastima y aceptó: “Ok hijo puedes entrar, el campo es todo tuyo, dijo minutos después el entrenador.

El equipo y el público, no podían creer lo que estaban viendo, un pequeño desconocido que nunca había participado en un juego, estaba haciendo todo
perfectamente brillante, nadie podía detenerlo en el campo, corría fácilmente como toda una estrella, su equipo comenzó a ganar, hasta que empató el juego.

En los segundos de cierre, el muchacho interceptó un pase y corrió todo el campo hasta ganar con una
anotación, la gente que estaba en las gradas gritaba emocionada, su equipo lo llevó cargado por todo el campo.




Finalmente cuando todo terminó, el entrenador notó que el joven estaba sentado calladamente y sólo en una esquina, se acercó y le dijo: “muchacho no puedo creerlo, estuviste fantástico”, dime ¿cómo lo lograste?, el joven miró al entrenador y le dijo: “usted sabe que mi padre murió… ¿pero sabía que mi padre era ciego?, el joven hizo una pausa y trato de sonreír… “Mi padre asistió a todos mis juegos, pero hoy era la primera vez que él podía verme jugar… y yo quise mostrarle que si podía hacerlo”… .

Así que recuerda: Siempre existe alguien que está orgulloso de ti, piensa en ti, quiere estar a tu lado, quiere sujetar tu mano, quiere que te encuentres feliz, quiere abrazarte, admira tu fortaleza, no le gusta verte sufrir, te ama por quien eres, te considera un tesoro, confía en tí y sobre todo te considera su hijo. Sabes de quién hablo? no está de más decirte que el Padre Celestial está sentado en su trono observándote y cuidándote.