miércoles, 17 de abril de 2013

EL RATÓN Y LA RATONERA

Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Sintió emoción pensando que era lo que contenía.

- ¿Qué tipo de comida puede haber allí?. Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera.

Fue corriendo al patio de la Granja a advertir a todos:

- Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!

La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: – Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, mas no me perjudica en nada, no me incomoda.

El ratón fue hasta el cordero y le dice: – Hay una
ratonera en la casa, una ratonera!

- Discúlpeme Sr. Ratón, mas no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones.

El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo: – Pero acaso, estoy en peligro?… Pienso que no, es más estoy segura que no.

Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.


Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad,
ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra veloz mordió a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que para reconfortar a alguien con fiebre, nada mejor que una sopa.

El granjero agarró su hacha y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero. Pero la mujer no se curó y acabó muriendo.

Y el granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.




MORALEJA: la próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no es tuyo no le debes prestar atención.... habría que pensarlo dos veces.

DESCONOCIDO

TU DECISIÓN DE HOY PUEDE SER... SONREIR

Cuenta el periodista Sidney Harris que un día acompañó a un amigo a buscar el periódico a su puesto habitual. 

Cuando llegó al puesto su amigo saludó amablemente al vendedor y le pidió el periódico. 

El vendedor le contestó de manera brusca y desconsiderada y se lo dio despectivamente. 

Su amigo, no obstante, sonrió, le dio las gracias y le deseó un buen fin de semana.

Al marchar, Sidney le dijo a su amigo: - Dime una cosa, ¿este vendedor es siempre tan maleducado?
- Si, respondió su amigo, suele comportarse habitualmente así.
- Entonces, ¿Por qué eres tan amable con una persona así?


- Muy sencillo, PORQUE NO QUIERO QUE SEA ÉL QUIEN DECIDA COMO ME DEBO COMPORTAR YO.

Post: Leo H.